El pasado viernes 25 de mayo realicé una de las actividades que el consorcio Pescanatur realiza, fui parte de la tripulación de un barco de pesca de bajura durante toda una jornada de pesca.
Con un par de días de antelación llamé a la cofradía de pescadores de San Martiño en O Grove, para reservar una plaza para ese mismo viernes, esta actividad se realiza de lunes a viernes y pueden participar hasta 4 personas, el precio de la actividad es de 40 €, lo que considero un precio demasiado restrictivo.
Me presenté a las 5:00 a.m en el puerto de O Grove, se recomienda llevar algo para comer, ya que la duración de la actividad es de entre 7-8 horas, así mismo también se aconseja llevar crema solar en los días soleados y agua. también es aconsejable llevar ropa de abrigo Lo que no aconsejan pero yo si recomiendo es tomar alguna pastilla contra el mareo, para evitarlos.
Me acerqué al barco Vendaval como me habían indicado y pregunté por Paco, que es el patrón mayor de la cofradía de O Grove y el que realiza esta actividad.
Después de vestirme adecuadamente para realizar la actividad, traje de aguas, botas,gorra y chaleco salvavidas partimos.
La tripulación la componían Paco, el patrón y tres marineros, de los cuales uno era de O Grove, y los otros dos eran extranjeros un peruano y un marroquí.
Me dirigí al puente de mando junto con el patrón donde estuvimos hasta que llegamos a las costas enfrente de Corrubedo ya fuera de la ría de Arousa, durante este trayecto de algo mas de una hora, charlamos sobre un montón de temas, así como me explico los diferentes aparatos que ayudan a la navegación como el Radar que permiten saber si hay algún escollo durante la navegación y el ploter nos muestra una carta náutica donde se marca el rumbo y se ve donde están puestas las boyas y las redes.
Esta barco es una embarcación de tipo artesanal que realiza las capturas a través de redes de trasmalle llamadas miños, se llama así porque el origen de este tipo de pesca es de los pescadores de A Guarda de ahí su nombre.
Cuando llegamos al lugar donde se encontraban las boyas cerca de Corrubedo salí a la popa del barco desde donde observé como izaban las redes, estas se izan a través de un artilugio en el que se engancha el inicio de la red y la va subiendo a bordo, el patrón va cogiendo las capturas y desenredándolas, y poniendo las capturas en capachos entre estas capturas se encontraban, fanecas, acedías, lenguados, rodaballos, nécoras y hasta un bogavante.
Una vez pasada esta fase su segundo quitaba de la red todas las capturas que no valían por estar medio comidas, al igual que algas o erizos de mar. En la proa del barco los otros dos tripulantes colocaban las redes, preparándolas para volverlas a botar, como era un viernes y al día siguiente no faenan las redes fueron guardadas.
Esta operación se repitió hasta completar los 1000 metros de redes.
En este tiempo hicimos un descanso para comer un bocadillo, el barco que movía a merced de las olas lo que hizo que al cabo de unas horas no pudiese contener el mareo y llegaron las nauseas.
Sobre las 11 de la mañana completamos en trabajo y comenzamos el camino de regreso al puerto de O Grove en este tiempo conversé brevemente con parte de la tripulación donde todos fueron muy amables y con el patrón largo y tendido, sobre la pesca sostenible, futuro del sector y temas variados.
Al llegar a puerto deje la ropa de trabajo y me despedí de los marineros.
Desde mi punto de vista subjetivo, considero que es una actividad diferente a cualquier otra que se pueda realizar en la zona, muy enriquecedora por los conocimientos aprendidos sobre la pesca y el sector pesquero, por la contra creo que es una actividad muy monótona ya que se desarrolla durante muchas horas y el izado de las redes es una actividad muy mecánica y que si te mareas lo que puede ser una actividad agradable se torna en un viaje algo desagradable, también considero que la actividad es algo cara pero no me arrepiento de haberla realizado